Soy mexicano, que no quede duda alguna de eso, nací, crecí y fui educado en México y aunque es cierto que no he vivido en México durante algún tiempo eso no me hace menos mexicano. Durante todos los años que he vivido en el extranjero siempre me he sentido orgulloso de decir que soy mexicano… Hasta ahora.
Conforme el señor Peña Nieto, su gabinete y familia hacen el ridículo en el escenario nacional e internacional y son objeto de muy merecidas burlas, insultos y múltiples recordatorios familiares deterioran la imagen de nuestro país y lo han convertido en un hazme reír que la verdad, da vergüenza ajena.
Anteriormente, decir que uno es mexicano era motivo de excelentes conversaciones y nuevos amigos, siempre se hablaba de su gente, su comida, playas y por supuesto tequila. Ahora es motivo de caras de rechazo y temor y las únicas referencias (en gran medida gracias a los decepcionantes noticieros mexicanos) son violencia, corrupción y lo ridículo e incompetente que el presidente de México es.
¡Qué gran cambio caray! Y qué triste también, que un puñado de personas puedan destruir de esa manera la imagen de un país como el nuestro.
Pero el colmo de todo, llegó esta semana después de que el noticiero/comedia last week tonight dirigido por el señor John Oliver presentara un segmento sobre México ridiculizando literalmente al gobierno y su intención de tapar el sol con un dedo después de poner al aire su ahora poco popular segmento de “ya chole con tus quejas”.
¿Como es posible que un comediante político puede presentar a México como una broma para entretenimiento del mundo y que además y lo peor del caso es que tiene razón?
¿En qué momento caímos tan bajo que en México tenemos un gobierno que no se preocupa absolutamente nada por su gente, pero puede burlarse de la situación de pobreza e inseguridad en la que viven millones de personas y después salir a caminar alegremente por el parque?
Y ya que estamos entrados en gastos, permítanme hacer una última pregunta que a pesar de no estar relacionada con este tema, es una muestra más de la insensibilidad e incompetencia de nuestro muy estimado gobierno actual: ¿Como es posible que un millonario sin escrúpulos y aparentemente sin educación pueda insultar flagrantemente a nuestros connacionales y el gobierno ni siquiera emita una opinión en contra de ello?
Yo reto a cualquiera a decirle en su cara a un mexicano que es un violador y ratero para que vea que en nuestra sangre no está el quedarnos calladitos cuando alguien nos insulta de esa manera.
Realmente espero, aunque con poca fe, que este gobierno se de cuenta de lo mal que está haciendo esta y muchas otras cosas y ofrezca a los mexicanos más que una disculpa un compromiso real por empezar a hacer las cosas mejor en beneficio de su gente y no sólo de algunos privilegiados.
-Stein